Cielo de fuego en Beijing

El gimnasta chino Li Ning fue el encargado de volar por el estadio nacional y encender el pebetero para dar paso al cierre de la majestuosa ceremonia inagural.

38 mil proyectiles y técnicas computarizadas de encendido se utilizaron en la traca más espectacular de la historia olímpica que estimo en más de 600 millones de dólares.



La vista de los fuegos artificiales dentro del nido impactó a los asistentes que tras presenciar la cuenta regresiva dió inicio la celebración con pirotecnia y tambores chinos.





Cada una de las piezas musicales y presentaciones de danza que se realizaron en la inaguración se oluminaron con tecnicas computarizadas y con pólvora ecológica por su bajo contenido de pólvora comprobada en el ensayo del 16 de julio.



La organización de Los Juegos Olímpicos implicó para los chinos una nueva planeación urbana, restricciones vehiculares para reducir gases contaminantes así como aumento en las medidas de seguridad, pero la foto del recuerdo no puede faltar.


El Centro Acuático de Natación conocido como el Cubo de Agua también se iluminó con los fuegos artificiales que la cultura asiática domina hace más de dos siglos.

Como parte del espíritu olimpico en el Nido del Pájaro, se proyectaron rostros de distintos continentes como muetsra de la diversidad de la humanidad.


Para el espectáculo del Gigante Asiático se utilizaron más de 20 mil explosivos, para conseguir ésa cantidad se dejó de exportar polvora desde octubre del año pasado.


Todo Beijing se encendió y vivió el inicio de la fiebre olímpica que terminará el 24 de éste mes.








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