La vista de Tabasco desde los helicópteros es devastadora; sólo se observa un panorama de techos que se asoman de entre el agua y gente pidiendo ayuda.
A través de las imágenes aéreas se puede constatar la dimensión de las inundaciones, las peores en toda la historia del estado.
Los elementos de la Cruz Roja que transportan víveres hacia las zonas afectadas miran con asombro como la capital tabasqueña se convirtió en una inmensa laguna.
Decenas de fraccionamientos y unidades habitacionales quedaron completamente incomunicadas debido al extraordinario nivel que el agua alcanzó en Villahermosa.
Ante la falta de un lugar a donde ir, algunas personas permanecen en sus hogares con la esperanza de rescatar lo que queda de sus pertenencias.
El margen de lo que antes eran áreas verdes ha desaparecido; pareciera que las lagunas que se encuentran en el centro de Tabasco no tuvieran fin.
Los caminos se han esfumado por completo; en los lugares más afectados sólo se pueden apreciar las copas de los árboles que salen ligeramente del agua.
Mientras tanto, los pobladores hacen largas filas para salir de Villahermosa, debido a la saturación de las rutas y a la afectación de los puentes que comunican con la ciudad.
Por su parte, los elementos de la Secretaría de Marina realizan patrullajes constantes para auxiliar a las personas que permanecen atrapadas en su hogares.
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