La delegación brasileña al momento de su presentación en las oficinas generales de la FIFA, en Zurich, donde se designó al país sede del Mundial de Futbol de 2014
En el estadio Maracaná se encontraban listos para celebrar. Dos enormes camisetas con la leyenda "El Mundial 2014 es nuestro" fueron colocadas al centro del campo.
El momento llegó, y Joseph Blatter, presidente de la FIFA, mostró la papeleta con el nombre de Brasil, nuevo anfitrión de la Copa del Mundo del 2014
Decenas de jóvenes fanáticos se congregaron frente a la estatua del Cristo Redentor, en Río de Janeiro, para celebrar la designación del país sudamericano.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió el trofeo de la Copa del Mundo de manos del titular de la FIFA, Joseph Blatter, luego del nombramiento en Zurich.
Aunque Brasil era el único país que buscaba albergar el Mundial 2014, los sudamericanos celebraron con gran entusiasmo el regreso al continente de un evento de esta magnitud.
El ex jugador de la verde-amarelha, Dunga, quien fue campeón con su selección en el Mundial de Estados Unidos 94, acarició una vez más la copa pero ahora como entrenador del conjunto carioca.
La algarabía fue tal, que un bombero le colocó un jersey de la verde-amarelha a la estatua del ex presidente de Brasil, Juscelino Kubitscheck, que se encuentra en Brasilia.
Otro que se unió a la celebración fue el escritor brasileño Paulo Coelho, quien no perdió la oportunidad de tocar la Copa del Mundo junto con el presidente de su país.
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